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Train fantôme (Tren fantasma)

2010, Ginebra

Propuesta para la línea de tranvías Cornavin-Onex-Bernex

1) En el Intercambiador de Bernex nos gustaría instalar una espectacular terminal de tranvías: una curva elevada de fuerte inclinación, similar a las de un velódromo. Los elementos de esta obra (desvío de la línea, terraplén, enrejado, puente) serían tomados de la ingeniería y la tecnología ferroviaria. Una vía curva que no estaría operativa, pero debería parecerlo.		Esta escultura monumental funcionaría como puerta de entrada a la ciudad, un mojón que marque el pasaje entre la autopista y las vías de circulación urbana. Al atribuir al tranvía una hipotética libertad de movimiento, la obra buscaría confundir dos formas opuestas de movilidad: el coche, libre de trayecto y de horario, y el tranvía, cuya regularidad, destino invariable y trazado definido están asociados al traqueteo cotidiano.			2) La nueva línea Meyrin-Bernex llevaría el número 14. Proponemos así anunciar en cada parada el recorrido de un “14” diferente, de otra ciudad del mundo cada vez, indicando los nombres de las terminales y las paradas, pero no los nombres de las ciudades. Estos elementos gráficos serían fijados directamente sobre la estructura de las paradas, proponiendo en cada ocasión un viaje imaginario a los pasajeros en espera.		Tren fantasma es una propuesta de obra artística a la vez específica del lugar y autónoma por su tamaño; una doble intervención cuyas dos partes se completan por su oposición a una “predestinación” del recorrido.